*
Se envejece al oír el hambre
esa lentitud que apunta como lengua
despierta a media noche
por el hambre más vacío y masticado
que llegó a decirse en el musgo
del musgo sale el viento
del viento llueve el hambre
ese que te digo con la boca abierta de vejez
*
se acabó el oleaje
ya decidió no bailar
es sólo espuma
pelusa de sed bajo el sol de los silencios
en medio de la carne de la boca
vomita hacia dentro su propia luz
luz delgada que se aprieta
en los rincones de la noche
allí en el error de la facundia
martes, 30 de junio de 2009
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3 comentarios:
hola
me agrada tu poesía
espero que estés bien
cuidate y ojálá me leas!
un abrazo
me llamo jaime, soy de valpo
:B
bue... al fin algo que valga la pena leer, volveré. Un abrazo enorme!
Gracias, espero que así sea, pese a mi poca constancia en estos medios.
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